Los estudios indican que las redes delictivas son, frecuentemente, el origen de los productos falsificados. Las empresas que participan en la fabricación de productos que infringen deliberadamente los derechos de propiedad intelectual (DPI), por lo general, prestan poca atención a la calidad y, lo que es más importante, a la seguridad de sus productos. Estos productos pueden contener sustancias o componentes que no cumplen los requisitos europeos de seguridad y, por tanto, pueden presentar riesgos potencialmente peligrosos para la salud y la seguridad de los consumidores, lo que va en contra de la exigencia de que solo puedan introducirse en el mercado de la UE productos seguros.
El Observatorio Europeo de las Vulneraciones de los Derechos de Propiedad Intelectual (en lo sucesivo, «el Observatorio») ha analizado la relación entre los productos falsificados y los productos no seguros desde la perspectiva tanto de la vulneración de la propiedad intelectual como de la no conformidad con las disposiciones en vigor en materia de seguridad y salud. A tal fin, se exploraron varias opciones de recogida de datos cualitativos y cuantitativos disponibles que podían ser útiles para este estudio.
Este estudio cualitativo muestra la magnitud de los peligros para la salud que entrañan los productos falsificados, como demuestran las alertas presentadas por las autoridades de vigilancia del mercado de la UE en el «Sistema de alerta rápida para productos no alimenticios peligrosos» de la Comisión Europea (sistema RAPEX); el único sistema disponible que informa de las medidas adoptadas por las autoridades contra los productos no seguros en los mercados de los países europeos.
De hecho, el sistema RAPEX se refiere a los productos que tienen la doble característica de ser no seguros y falsificados, o, al menos, de los que se sospecha que son una falsificación y que fueron señalados como tales por las autoridades de vigilancia del mercado competentes. El informe se centra en los siete riesgos más comunes comunicados en las alertas analizadas, a saber: sustancias químicas, lesiones, estrangulamiento, asfixia, descargas eléctricas, daños auditivos o incendios. Representan casi el 92 % de todos los riesgos identificados a través de las alertas. Según el análisis de las alertas RAPEX de 2010 a 2017:
Es importante aumentar la concienciación sobre el fenómeno de la delincuencia organizada que introduce en el mercado falsificaciones que pueden suponer un peligro para la seguridad y la salud de la ciudadanía de la UE. Esta cuestión tiene implicaciones más amplias que la simple vulneración de los DPI, por lo que hay que aumentar la colaboración con los servicios aduaneros y policiales y la Comisión Europea para conocer mejor este fenómeno.
Para más información consultar:
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